martes, 12 de noviembre de 2013

Hoy reciclamos: JABÓN DE LA ABUELA

Hoy vamos a reciclar el aceite de oliva usado haciendo jabón para uso doméstico. Es una forma estupenda de darle un segundo uso, y además obtendremos un excelente aliado en las tareas de limpieza.
Mientras que los jabones que usamos para nuestro aseo llevan un exceso de aceites o sobreengrasado positivo, el jabón de la abuela tiene un exceso de lejía o sobreengrasado negativo, porque su función será limpiar la suciedad de platos, suelos, ropa...
¿Y cómo lo hago yo? Pues os cuento: si es para usar en la cocina (vajilla, bayetas...) lo hago con un sobreengrasado del -10%, y si es para la lavadora, del -20%

Lo primero que tenemos que hacer es tomar una serie de medidas de seguridad, imprescindibles para evitar sustos innecesarios:

  • gafas protectoras, guantes resistentes a la lejía y mascarilla.
  • ropa de manga larga
  • delantal
Además, es bueno tener a mano un poquito de vinagre. En caso de que nos salpiquemos con la lejía, lavaremos la zona con abundante agua fría y, a continuación, aplicaremos vinagre.

Ni que decir tiene que nuestros niños pueden mirar, pero de lejos, cuanto más lejos mejor. Y es mejor que las mascotas estén en otro sitio...  por si acaso.

Para hacer nuestro jabón necesitaremos:
  1. Agua destilada. Si no tenemos, podemos usar agua de mineralización muy débil. Si tenemos la suerte de tener aguas blandas en la zona donde vivimos, también podemos utilizar agua del grifo. No aconsejo utilizar aguas duras.
  2. Sosa.
  3. Aceite de oliva usado.
  4. Recipientes para el agua, la sosa y el aceite.
  5. Varillas o batidora eléctrica.
  6. Moldes para nuestro jabón. Pueden ser de plástico, madera o silicona. Individuales o grandes.
Si el aceite se ha usado muchas veces, es mejor filtrarlo y desodorizarlo. Para esto, lo colocamos un rato en un recipiente a fuego muy lento con alguna planta aromática de nuestro gusto: laurel, clavos de olor, cáscaras de limón... Luego lo volvemos a filtrar.

Y ahora... al lío!
Una vez listo nuestro aceite, vamos a preparar nuestra lejía. Así que... tod@s a ponerse delantal, gafas, guantes y mascarilla!
  • Pesaremos el agua en un recipiente de mayor capacidad que la cantidad a preparar, para evitar salpicaduras. La mezcla de sosa y agua genera calor, así que os aconsejo utilizar agua bien fría y un recipiente resistente al calor.
  • En otro recipiente pesaremos la sosa.
  • Nos colocamos en un lugar bien ventilado, mejor sin corrientes de aire. Yo suelo colocar el recipiente del agua bajo la campana extractora.
  • A continuación, con mucho cuidado, vamos echando poco a poco la sosa en el agua, removiendo despacio con una cuchara de acero inoxidable.
  • Cuando la sosa esté completamente disuelta, dejaremos reposar la lejía hasta que esté clara y transparente. Si tocáis el recipiente notaréis que quema! Si hiciésemos un jabón para la piel, esperaríamos a que la lejía estuviera bien fría. Pero en este caso la utilizaremos caliente, así conseguiremos que la masa espese antes, es decir, conseguiremos antes la traza. 
Ya tenemos listos la lejía y el aceite, así que nos disponemos a hacer nuestro jabón de la abuela:
  • Con cuidado vamos echando poco a poco la lejía sobre el aceite, removiendo con las varillas o con el brazo de la batidora, lo que hayamos decidido usar. Nunca echéis el aceite sobre la lejía.
  • Seguimos batiendo, y cuando la masa tenga la consistencia de natillas ligeras, ya estará lista.
  • Con cuidado la vaciaremos en el molde o moldes que hayamos elegido.
  • Si utilizamos moldes individuales, sólo tendremos que desmoldarlo.
  • Si utilizamos un molde grande, tendremos que cortarlo en pastillas. Pero no debemos esperar mucho tiempo, unas 8 ó 10 horas, sino será imposible hacerlo. Cuando al tocar el jabón notemos que está firme, pero no duro, es el momento de cortarlo. No importa que aún lo notemos algo caliente.
Y ahora sólo tenemos que dejarlo "curar" unas 6 u 8 semanas en un lugar ventilado antes de usarlo, dando vuelta a las pastillas cada 3 ó 4 días para que el secado sea uniforme.

Y aquí van las cantidades... fijaos bien que son en gramos!

Para un jabón con sobreengrasado del -10 %:
  • 160 g de sosa
  • 373 g de agua
  • 1000 g de aceite de oliva usado
Para un jabón con sobreengrasado del -20%:
  • 174 g de sosa
  • 405 g de agua
  • 1000 g de aceite de oliva usado
¿A qué estáis esperando? Venga... ánimo, que es más fácil de lo que parece!!
Ya me contaréis los resultados Sonrisa